La pérdida de rendimiento puede llegar hasta un 40-50 % del potencial inicial tras un deshojado intensivo (DI) en prefloración. Un estudio realizado por Agroscope, en Suiza, con la variedad de uva blanca Petite Arvine evaluó los efectos de una poda más alta para compensar la superficie foliar eliminada en la zona del racimo, ya sea en la fase previa a la floración o durante la floración. La combinación del DI en floración y la poda más alta del dosel vegetal demostró ser un buen equilibrio, ya que mitigó la pérdida de rendimiento causada por el DI anterior y mejoró ligeramente la maduración de la uva, además de aumentar la acumulación del precursor del aroma Cys-3MH en el mosto y mejorar ligeramente la composición del vino en cuanto a azúcares solubles y ácidos totales presentes.